Los comienzos de temporada son así: la dinámica del mercado de pases desarma el rompecabezas, sacando piezas y poniendo otras nuevas, lo que deja a los técnicos con la ardua tarea de volver a transformar un plantel en un equipo. Como todos, se trata de un proceso que requiere más tiempo del que ofrecen las pretemporadas y que por ende casi siempre termina solapándose con el período de competiciones.
Atlético no es la excepción. Con varias ausencias y caras nuevas respecto del plantel con el que cerró la campaña de transición, Juan Azconzábal se vio en la necesidad de probar diferentes alineaciones titulares en los primeros tres partidos de este campeonato en busca del funcionamiento que pretende. Ello sin tener en cuenta las siempre inoportunas lesiones, que ya han motivado un par de variantes forzozas. Una de ellas es la de Luis Rodríguez, que sólo pudo estar en el debut frente a Gimnasia de Mendoza. “Pulguita”, que por una contractura no jugó en los choques ante Central Córdoba y frente a Ferro, no hizo fútbol ayer, por lo que está descartado para mañana, cuando Atlético reciba a Villa Dálmine a las 22. Emanuel Molina seguirá acompañando a Cristian Menéndez.
Hasta ahora, lo único que se mantuvo intacto fue la defensa. Christian Lucchetti, Nicolás Romat, Bruno Bianchi, Rodrigo Mieres y Fernando Evangelista estuvieron desde el arranque en los tres partidos, y con toda probabilidad también lo harán mañana.
De hecho, Villa Dálmine podría ser el primer rival ante el que el “decano” repite configuración inicial. Podría, porque tras el martes embrujado, el DT decidió que la práctica de ayer en el complejo fuera a puertas cerradas. Sin embargo, le daría un voto de confianza a los mismos que trajeron un valioso punto de Caballito.